Óscar Alvarado: "En el UB La Palma hay mucho potencial "

Magnífica entrevista la publicada hoy martes en el Diario La Provincia con el base grancanario Óscar Alvarado. En la misma, el joven jugador que ha militado las dos últimas temporadas en las filas del UB La Palma alternando con el primer equipo del CB Gran Canaria, analiza la que sin duda ha sido una temporada inolvidable para él. A continuación, nuestra web les reproduce dicha entrevista al completo. ¡Qué la disfruten!


© FOTO: JOSÉ CARLOS GUERRA

MARTÍN ALONSO / GRAN CANARIA

La política del club, durante la temporada, no permitía entrevistarle. Y por eso, hasta hoy, sólo conocíamos al Óscar Alvarado que se ve en la cancha, al jugador descarado que no se encoge ante nada ni ante nadie. Aproveche y preséntese.

¿Quién es Óscar Alvarado fuera del baloncesto?

- Me considero otra persona fuera de la cancha y, por supuesto, no soy tan descarado. Dentro de la pista me convierto, pero fuera soy muy normal. Tengo veinte años y desde hace tiempo tengo un sueño que es convertirme en un jugador de la ACB y para ello trabajo duro día a día. Aparte de todo eso, soy una persona muy familiar, amigo de sus amigos y, por todo lo demás, nada especial.

¿Y cómo le va en los estudios? ¿Está en la Universidad?

- El año pasado terminé el Bachillerato e hice la PAU. Me gustaría matricularme en la Universidad para el próximo curso, pero aún no tengo claro en qué carrera.

Comentaba antes que cuando salta a la cancha para jugar al baloncesto se convierte en otra persona. ¿Qué es lo que motiva ese cambio?

- Soy una persona muy competitiva, que cuando está entre las cuatro líneas que delimitan la cancha sólo se centra en el baloncesto. Y en ese momento lo único que hago es dar rienda suelta a mi personalidad. En la cancha, durante un partido de baloncesto, soy yo mismo.

Esta temporada le ha tocado afrontar un curso peculiar. Empezó en el UB La Palma (Adecco Oro), donde todo iba sobre ruedas: buen juego y muchas victorias. Y terminó en el Granca, donde se sufrió hasta el extremo y la permanencia en la ACB sólo se aseguró en la penúltima jornada.

- Ha sido un año intenso, pero he podido disfrutar de una experiencia increíble. En la mochila, con tan sólo 20 años, me llevo cosas que me servirán para afrontar el resto de mi carrera. Viví dos situaciones totalmente diferentes, pero que sirven como aprendizaje. En el UB La Palma gocé de una dinámica buena, con muchas victorias. Y en el Granca me tocó vivir una racha no tan buena de resultados, pero que fue fantástica como equipo. He formado parte de un grupo muy profesional y que siempre se mantuvo unido, algo que resultó clave para no descender. Y eso me ayudará para el resto de mi carrera.

Analicemos primero el excelente ejercicio que ha firmado el UB La Palma. ¿Dónde reside la clave que sirve para explicar el buen funcionamiento del equipo?

- Creo que tengo la clave absoluta y no es otra que el hambre que tiene el club, el hambre que tiene el cuerpo técnico y, sobre todo, el hambre que tienen los jugadores. Allí nadie juega por dinero, juegan por una pasión, que es el baloncesto. Cada uno de los miembros de la plantilla vive para crecer, para ser mejor jugador y para poder llegar, algún día, a la ACB.

Por sus palabras, entiendo que en el UB La Palma hay jugadores con potencial para, a medio plazo, dar el salto a la ACB.

- Lo hay, estoy convencido de ello. Lo que no sé es para cuándo. Debería ser un proyecto a largo plazo y hay que mirarlo todo con perspectiva. Necesitamos tiempo para madurar, en todos los aspectos, y para progresar. Insisto, en el UB La Palma hay mucho potencial y creo que la trayectoria del equipo este curso lo ha demostrado.

Y en enero, cuando todo funcionaba de maravilla en el UB La Palma, le tocó regresar al Granca. Y en una situación muy complicada y que no tenía nada que ver con la que vivió un año antes, cuando el equipo iba lanzado hacia el Playoff.

- Me tocó afrontar una situación difícil, con muchas derrotas. Lo hablaba continuamente con mi madre e incluso el asunto me hizo perder horas de sueño. Pero, al final, al analizarlo fríamente, creo que ha sido una experiencia increíble. Es muy difícil jugar cuando la dinámica es mala. Lo fácil era salir a jugar el año anterior, cuando Jaycee Carroll lo anotaba todo y el Granca ganaba siete de los últimos ocho partidos de la fase regular. Todo era mucho más sencillo. Sin embargo, esta temporada se notaba que había menos confianza. Me di cuenta al llegar. Y como venía de otra dinámica, de un equipo que ganaba como el UB La Palma, creo que pude ayudar. Pero luego, como el resto de la plantilla, fui cayendo en la misma mala dinámica y terminé mal el curso. Y es evidente que no podemos estar orgullosos del año que hemos firmado.

Antes destacaba como clave, para lograr la permanencia en la ACB, la unión que reinaba en la plantilla del Gran Canaria 2014. Hay una fecha, dentro del equipo, que se marca en rojo para explicar ese compañerismo: dos días antes de recibir al Barça y tras perder ante el UCAM Murcia, en una reunión organizada por Taph Savané en el vestuario después de un entrenamiento.

- Mis compañeros, todos con más experiencia que yo en el baloncesto profesional, me explicaron que si esto hubiera sucedido en otro equipo, al final hubiéramos descendido a la LEB Oro. Consideraban que en otro vestuario la plantilla se habría roto y la temporada habría acabado en drama. Por suerte, aquí, el grupo que se ha formado, sin salir bien las cosas en la cancha, no se ha disuelto. Y sí, ese día, antes de recibir al Barça, Savané, el capitán, tomó las riendas del equipo en el vestuario y nos hizo ver la importancia que tiene este club para la Isla.

Para alguien como usted, que empieza ahora en el baloncesto profesional, ¿qué significa la figura de alguien como Sitapha Savané?

- Antes ya le tenía idolatrado, pero ha logrado sorprenderme y que le admire aún más. Es alguien muy cercano que, en mi caso, siempre ha estado ahí para echarme una mano en todo momento. Contar con alguien como él en el equipo y que sea nuestro capitán es un lujo. Además, está muy identificado con el Gran Canaria y con todo lo que significa. Él y yo somos los dos canarios del equipo (risas).

Le ha tocado compartir minutos de juego con Tomás Bellas, un jugador que vino al Granca hace tres años procedente del Cáceres (LEB Oro) y que ahora aparece asentado en la ACB como base titular del equipo. ¿Es un espejo en el que mirarse para progresar?

- Lo es y lo será durante muchos años. Con Tomás [Bellas] sólo tengo palabras de agradecimiento. Me ha ayudado en todo momento, me ha brindado toda su experiencia y todos sus consejos para progresar y para ser mejor jugador. Y algún día me gustaría llegar a lo que él ha conseguido.

Hablemos de su proyección. Todo el mundo subraya su valentía, su descaro y su talento ofensivo como los puntos fuertes de su juego, pero ¿en qué cree que debe mejorar?

- Me quedan bastantes cosas por mejorar para ser un jugador mucho más completo. Me gustaría llegar a ser un jugador completo, capaz de controlar todas las facetas del juego. Este verano me tocará trabajar duro para mejorar físicamente. También debo madurar y ser más fuerte atrás, en defensa. En definitiva, tengo que mejorar algo en todos los aspectos para poder llegar a ser mejor jugador.

En su primer partido del ejercicio con el Granca, ante el Asefa Estudiantes, fue uno de los destacados. Sin embargo, en rueda de prensa, Pedro Martínez recomendó bajar la euforia alrededor de su figura.

- Pedro Martínez sabe perfectamente lo que hace. Y, por supuesto, sabe lo que hace conmigo. Conoce mis virtudes y mis defectos, sabe cuándo debe halagarme y cuándo no. Y ese día actuó correctamente. Yo sólo ayudé al equipo a ganar.

Y en el trabajo diario con Pedro Martínez, ¿ha notado qué ha progresado?

- Pedro Martínez es un entrenador muy exigente. Pero es igual de justo como de severo. Se aprende muchísimo con él. Y aunque a veces, en un momento concreto, consideras que te ha dado mucha caña, cuando llegas a casa y lo analizas en frío te das cuenta de todo lo que has aprendido con él.

En breve empezará a realizar trabajo de postemporada. ¿Cómo lo afronta?

- De momento me he tomado unos días de vacaciones, porque necesitaba limpiar la mente y volver a tener mono de baloncesto. Y ya lo tengo. Me espera un mes duro, de mucha intensidad física, pero lo afronto con hambre, con ganas de mejorar en muchos aspectos.

Y para la próxima temporada, ¿qué prefiere? ¿Ir cedido de nuevo a un equipo de LEB Oro o asumir un posible rol de tercer base en el Granca?

- No pienso en ello. No me preocupa esa situación. Me preocupa lo que depende de mí. Y lo que depende de mí será el reto que me ponga el Granca y comerme ese reto para lograr, algún día, ser un jugador ACB.