El baloncesto llora la muerte de PEPE CABRERA:
El baloncesto Está de luto. Uno de sus grandes impulsores, hombre clave en la historia de este deporte en Tenerife y cofundador de la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB), ha fallecido. PEPE CABRERA VIDAL nos ha dejado en el día de hoy. PEPE CABRERA, un señor “made in La Palma”, se nos ha ido, pero su legado, su pasión por el baloncesto perdurará en el tiempo.
FOTO: Agustín Arias / BASQUETMANÍA
AGUSTÍN ARIAS / EL DÍA
Se nos fue un hombre muy especial. Su vida siempre estuvo vinculada a una canasta, como el propio ENTRENADOR nos desvela en el libro que tuve el honor de publicar en el que se recoge su vida obra. Un palmero inquieto que ya desde la infancia alternaba sus estudios con el juego del basket, siguiendo muy de cerca los partidos en los que uno de sus hermanos intervenía, allá en la Isla Bonita.
Un buen día, tras la muerte repentina de su padre, la familia se traslada a Tenerife. Ese día de hace ya muchos años se empezó a escribir el futuro del baloncesto en esta Isla, pues un impetuoso adolescente logró colarse en un club con tradición cestista, el RC Náutico de Tenerife.
Tras demostrar sus pinitos en equipos de categorías inferiores PEPE CABRERA fue subiendo peldaños hasta que un buen día llega al banquillo del primer equipo, por entonces en competiciones insulares y regionales. Lo hace grande, convence a mucha gente de sus proyectos y lo lleva a la máxima categoría nacional allá por los años sesenta/setenta. Se llevó a “su equipo” a los mejores jugadores de nuestro basket y ello se tradujo en una cadena de éxitos, al punto de llegar a disputar la Copa del Generalísimo Franco, final que perdió ante el gran Real Madrid de los Emiliano, Sevillano, Monsalve…
En la mitad de los setenta se acaba la etapa blanquiazul de PEPE CABRERA, lo que coincide con su enlace matrimonial con Mayte Aguirre, hija de un prestigioso abogado tinerfeño. Poco después llegó su vinculación al CB Canarias, al que también dirigió en categorías provinciales y logró colocar en lo más alto del basket español, primero en su etapa de entrenador y posteriormente como secretario técnico.
Aciertos en los fichajes, con el Canarias convirtiéndose en una “sucursal” cestista del Real Madrid ( por el Luther King pasaron Meister, Prada, Carmelo, Walter…), formando en los ochenta el mejor equipo de la historia del baloncesto canaria, con aquellos grandes de la canasta como Eddie Phillips, Harper, Germán, Salva, Cabrera, Solé, con los canarios De las Casas, Méndez, Martín Sa, Aciego, Richy Bethencourt…) equipo que alcanzó dos sextos puestos en la mejor liga del mundo tras la NBA y lo llevó a Europa.
El caracter muy especial de JOSÉ CABRERA le hizo ser querido y odiado a la vez. Muchas páginas se escribieron en las que el protagonista principal respondía a las iniciales de J.C.V. Sus decisiones no pasaban desapercibidas, ni en lo bueno, que fue mayoría, ni cuando las mismas no resultaban tan acertadas para su club. Porque “el profesor“, como le bautizó mi amiga Mayte Castro en Radio Club Tenerife, tenía bien claro que lo de quedarse de brazos cruzados no iba con el. “No se equivocan los que permanencen parados, pero yo no me puedo quedar quieto“, me llegó a decir mientras consumías cientos de horas en la redacción de EL DÍA en plena elaboración del libro.
Tengo muchas anécdotas de Pepe Cabrera, pero me quedo con su mente privilegiada para sacar proyectos adelante, siendo los históricos RC Náutico y el CB Canarias los grandes beneficiados. Como lo fue la ACB con la aportación de este palmero ilustre a la hora de la puesta en marcha de la actual competición, de manera especial en los temas económicos.
PEPE CABRERA se nos ha ido pero su legado, su pasión por el baloncesto perdurará en el tiempo. Porque las nuevas generaciones deben saber que entre las décadas de los 60 a los 90 un señor “made in La Palma”, como si del mismísimo Dalí se tratara, plasmó en un lienzo inmenso los mejores momentos del baloncesto de esta tierra. Es más, incluso ya retirado del “mundanal ruido cestista” trató de poner en marcha nuevos proyectos, ideas que un accidente de trágico cortó de manera radical.
Desde BASKETMANÍA y con el cariño que siempre le he dispensado a la familia Cabrera-Aguirre mi más sentido pesar a Mayte, a Patricia y a Belén.
DESCANSE EN PAZ PEPE CABRERA VIDAL
P.D.: También toda la familia que integra el UB La Palma quiere sumarse al pesar que en el seno del baloncesto canario y nacional ha originado la marcha de una figura tan importante como la del palmero Pepe Cabrera.
FOTO: Agustín Arias / BASQUETMANÍA
AGUSTÍN ARIAS / EL DÍA
Se nos fue un hombre muy especial. Su vida siempre estuvo vinculada a una canasta, como el propio ENTRENADOR nos desvela en el libro que tuve el honor de publicar en el que se recoge su vida obra. Un palmero inquieto que ya desde la infancia alternaba sus estudios con el juego del basket, siguiendo muy de cerca los partidos en los que uno de sus hermanos intervenía, allá en la Isla Bonita.
Un buen día, tras la muerte repentina de su padre, la familia se traslada a Tenerife. Ese día de hace ya muchos años se empezó a escribir el futuro del baloncesto en esta Isla, pues un impetuoso adolescente logró colarse en un club con tradición cestista, el RC Náutico de Tenerife.
Tras demostrar sus pinitos en equipos de categorías inferiores PEPE CABRERA fue subiendo peldaños hasta que un buen día llega al banquillo del primer equipo, por entonces en competiciones insulares y regionales. Lo hace grande, convence a mucha gente de sus proyectos y lo lleva a la máxima categoría nacional allá por los años sesenta/setenta. Se llevó a “su equipo” a los mejores jugadores de nuestro basket y ello se tradujo en una cadena de éxitos, al punto de llegar a disputar la Copa del Generalísimo Franco, final que perdió ante el gran Real Madrid de los Emiliano, Sevillano, Monsalve…
En la mitad de los setenta se acaba la etapa blanquiazul de PEPE CABRERA, lo que coincide con su enlace matrimonial con Mayte Aguirre, hija de un prestigioso abogado tinerfeño. Poco después llegó su vinculación al CB Canarias, al que también dirigió en categorías provinciales y logró colocar en lo más alto del basket español, primero en su etapa de entrenador y posteriormente como secretario técnico.
Aciertos en los fichajes, con el Canarias convirtiéndose en una “sucursal” cestista del Real Madrid ( por el Luther King pasaron Meister, Prada, Carmelo, Walter…), formando en los ochenta el mejor equipo de la historia del baloncesto canaria, con aquellos grandes de la canasta como Eddie Phillips, Harper, Germán, Salva, Cabrera, Solé, con los canarios De las Casas, Méndez, Martín Sa, Aciego, Richy Bethencourt…) equipo que alcanzó dos sextos puestos en la mejor liga del mundo tras la NBA y lo llevó a Europa.
El caracter muy especial de JOSÉ CABRERA le hizo ser querido y odiado a la vez. Muchas páginas se escribieron en las que el protagonista principal respondía a las iniciales de J.C.V. Sus decisiones no pasaban desapercibidas, ni en lo bueno, que fue mayoría, ni cuando las mismas no resultaban tan acertadas para su club. Porque “el profesor“, como le bautizó mi amiga Mayte Castro en Radio Club Tenerife, tenía bien claro que lo de quedarse de brazos cruzados no iba con el. “No se equivocan los que permanencen parados, pero yo no me puedo quedar quieto“, me llegó a decir mientras consumías cientos de horas en la redacción de EL DÍA en plena elaboración del libro.
Tengo muchas anécdotas de Pepe Cabrera, pero me quedo con su mente privilegiada para sacar proyectos adelante, siendo los históricos RC Náutico y el CB Canarias los grandes beneficiados. Como lo fue la ACB con la aportación de este palmero ilustre a la hora de la puesta en marcha de la actual competición, de manera especial en los temas económicos.
PEPE CABRERA se nos ha ido pero su legado, su pasión por el baloncesto perdurará en el tiempo. Porque las nuevas generaciones deben saber que entre las décadas de los 60 a los 90 un señor “made in La Palma”, como si del mismísimo Dalí se tratara, plasmó en un lienzo inmenso los mejores momentos del baloncesto de esta tierra. Es más, incluso ya retirado del “mundanal ruido cestista” trató de poner en marcha nuevos proyectos, ideas que un accidente de trágico cortó de manera radical.
Desde BASKETMANÍA y con el cariño que siempre le he dispensado a la familia Cabrera-Aguirre mi más sentido pesar a Mayte, a Patricia y a Belén.
DESCANSE EN PAZ PEPE CABRERA VIDAL
P.D.: También toda la familia que integra el UB La Palma quiere sumarse al pesar que en el seno del baloncesto canario y nacional ha originado la marcha de una figura tan importante como la del palmero Pepe Cabrera.
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