Carlos Delvi: "Ha llegado la hora de dar un giro a mi vida".

Tras once temporadas ligado al cuerpo técnico del UB La Palma en calidad de preparador físico, delegado de equipo y segundo entrenador, Carlos Delvi ha decidido dejar el baloncesto profesional para centrarse en otras facetas de su vida. Será extraño mirar al banquillo del UB esta próxima temporada y no verle ahí, carpeta en mano, dando una instrucción a los jugadores en pista o haciéndole un comentario al entrenador principal. Y es que eran tantos años ya formando parte del equipo, que nos habíamos hecho a la idea de que iba a estar ahí siempre...


FOTO: Fran Herrera / UB LA PALMA

FRAN HERRERA

Si el pasado jueves era presentado Carlos Frade como nuevo técnico del UB La Palma, hoy debemos anunciarles que en su cuerpo técnico no estará la persona que hasta la fecha llevaba más tiempo trabajando para el club blanquiazul: nos estamos refiriendo a Carlos Delvi Rodríguez, o simplemente Delvi, como es conocido por todos. Hace ya algunas semanas, el hasta la fecha preparador físico y segundo entrenador del representante palmero en la Adecco Oro, le comunicó al presidente de la entidad, Tony Acosta, su intención de no continuar en el club tras once temporadas en las que prácticamente lo ha vivido todo, lo bueno y lo malo, pero también once temporadas en las que ha dejado una impronta de trabajo serio, responsable y bien hecho, por más que no siempre su labor haya tenido el merecido reconocimiento público.

Y como es normal, una noticia de este tipo no podía pasar desapercibida, ni tampoco limitarse a un frío comunicado oficial, así que decidimos hablar con Carlos Delvi para que nos explicara el “por qué” de su decisión y, de paso, hacer un breve repaso a estos once años de su vida en el club.

Bueno Delvi, tenemos que empezar por el tema que nos ocupa: ¿por qué decides dejar el UB La Palma?

Porque creo que ha llegado la hora de dar un giro a mi vida...

Supongo que la decisión ha sido complicada de tomar, ¿no?

Sí, son muchos los años que llevo en el club y muchos los momentos vividos a su lado, así que una desición como ésta es muy difícil de tomar.

¿Te ayudó algo el hecho de que Rafa Sanz decidiera no seguir en el club?

Para nada. Es una desición madurada desde hace mucho tiempo, incluso antes de que Rafa Sanz decidiera no seguir en el UB La Palma.

Vamos ahora al principio de todo. Llegaste al UB La Palma en la temporada 99/00, ¿qué recuerdas de aquellos primeros momentos?

Bueno, entré en el club tras una triple carambola, ya que dos compañeros míos habían renunciado al puesto. Recuerdo que tenía muy poca experiencia en el mundo del baloncesto y mucha incertidumbre, ya que solo llevaba un día en el club y me tuve que ir a Bilbao para un stage de pretemporada, pero la ilusión que tenía por aprender y conocer a fondo este mundillo hizo que ésta etapa fuera inolvidable.

¿En qué has cambiado en estos once años trabajando con el UB?

He madurado como persona y he aprendido que el sacrificio y la constancia son la base para conseguir grandes cosas, si no en lo profesional sí al menos en lo personal...

Has trabajado con Txus Vidorreta, Rafa Sanz, Eloy Doce, Ñete Bohigas, Domingo Rodríguez... ¿qué nos puedes contar de tu experiencia con ellos?

Bueno, en líneas generales mi experiencia con todos ha sido muy positiva y he intentado aprender de cada uno de ellos, pero que duda cabe que al trabajar 6 años con Rafa Sanz guardo una especial relación con él.

Y también has visto pasar a un montón de jugadores por nuestra Isla, ¿con quién o quiénes te quedas, o les recuerdas de una manera especial?

Siempre guardas pequeños recuerdos de cada uno de ellos y es muy díficil destacar alguno en especial.

Además, en este tiempo has tenido muchas vivencias, buenas y malas; ¿cuál es la que recuerdas con más cariño?

Bueno, yo siempre cuento dos momentos que me hicieron poner los pelos de punta y me dieron ganas de ponerme a llorar; uno fue la salida a la cancha de Miraflores en el tercer partido del play-off de ascenso a la ACB contra el Granada, y el otro fue tras un triple de ocho metros de Marcus Hatten contra el CAI Zaragoza en el Príncipe Felipe, ante 9.000 personas enfervorizadas, y que nos daba la victoria.

¿Y la peor?

Sin duda, el descenso del equipo y el tener que jugar un play-out de descenso.

Y anécdotas habrás tenido a montones, pero ¿cuál ha sido la mejor?

Pues hay una que la guardo con mucho cariño, y era cuando "Pipi" Cabrera se llevaba un par de latas de atún de La Palma para aliñar la ensalada en los viajes a la península y todos intentaban sentarse a su lado porque su ensalada era la mejor...

Para ir terminando; tienes el título de entrenador nacional, ¿seguirás vinculado al baloncesto, aunque sea a nivel de base?

Espero que sí. Intentaré estar vinculado al baloncesto de alguna manera.

Supongo que te veremos en los partidos del UB, ¿no?

Claro que si, y además como un aficionado incondicional.

Y para acabar, ¿algo para los aficionados?

Hombre, que muchas gracias a todos por las muestras de cariño y respeto mostrado durante todos estos años, sobre todo en los momentos más difíciles, que es cuando uno más lo necesita. Y animarlos también a que sigan apoyando al UB, que no sabemos a veces lo que tenemos en la Isla.

Y también me gustaría agradecerle al club el trato recibido durante todo este tiempo y la confianza depositada en mí año tras año, en especial a Andrés Pérez Ortega, que ha sido como un padre para mí, y desearles la mayor suerte del mundo en esta temporada. Espero que esto no sea un hasta nunca, sino un hasta siempre...

Bueno, pues hasta siempre entonces...

Gracias.