Pavel Ermolinski: “Puedo ayudar un poco en todas las facetas del juego”.
Este islandés, hijo de inmigrantes rusos, es una de las grandes apuestas del UB La Palma de cara a la próxima temporada. A sus 21 años, Ermolinski quiere dejar de ser un buen proyecto de jugador para convertirse en una firme realidad dentro de una liga tan dura como la LEB Oro.
FOTO: Fran Herrera / UB LA PALMA
FRAN HERRERA
Pavel Ermolinski siempre ha sido un ejemplo de talento precoz sobre una cancha de baloncesto. Debutó en la primera división islandesa con solo 15 años (su padre Alexander era el entrenador del Skallagrimur), y con apenas 17 llegó a nuestro país tras haber pasado por el baloncesto francés. El Unicaja de Málaga se había fijado en él y las buenas expectativas parecían confirmarse cuando en el Campeonato de Europa Sub-18, disputado en el 2005 en Serbia y Montenegro, promedió unos números increíbles defendiendo la camiseta de la modesta selección de Islandia: 17,3 puntos, 11,7 rebotes, 5,4 asistencias y 3,9 robos de balón...
Luego llegaron sus cesiones al Axarquía de LEB Plata, y el pasado año al Ciudad de Huelva de LEB Oro. Finalizada su relación con el conjunto malagueño, el UB La Palma decidió apostar por él y le ofreció un contrato de dos años, confiando en que su explosión definitiva tenga lugar en el conjunto blanquiazul.
Tras el entrenamiento vespertino del martes hablamos con Pavel Ermolinski, cuyo apellido denota su origen ruso (sus padres son moscovitas), si bien el chico nació en la localidad de Sovetrikin, cerca de Reykiavik, la capital islandesa: “Bueno, llevo muchos años ya en España y la adaptación a la cultura española tampoco ha sido muy dificil. Además, en una isla me siento como en casa, aunque aquí hace un poco más de calor que en Islandia...”.
También quisimos conocer sus primeras sensaciones sobre el trabajo realizado en estos primeros días y también sobre sus nuevos compañeros: “Muy bien, estamos trabajando mucho y muy duro, por lo que físicamente ha sido una primera semana muy dura. La gente está muy integrada y con ilusión, por lo que creo que hay una buena dinámica en el equipo para empezar con buen pie la temporada”.
A pesar de que estos primeros días de trabajo no suelen ser del agrado de los jugadores, Pavel es conocedor de la importancia que tendrán luego de cara al desarrollo de la competición: “Los entrenamientos de la pretemporada son fundamentales para formar un equipo, sobre todo cuando hay varios jugadores nuevos que deben integrarse y conocer la estructura del equipo, pero claro, entrenar está bien pero a nosotros lo que nos gusta es jugar, y creo que todos tenemos ya el ‘mono’ de salir a jugar y competir, sentirnos como equipo en la pista...”.
El alero islandés se muestra satisfecho de haber aceptado la propuesta de La Palma, ya que “he venido aquí porque pienso que era una buena oportunidad para mejorar personalmente, y también creo que hay un buen proyecto de baloncesto con un equipo que combina juventud y veteranía, así que espero que me vayan las cosas bien. Habrá que trabajar duro cada día y al final de la temporada ya veremos...”.
Pavel Ermolinski es un jugador que sobresale por su polivalencia, ya que sobre una cancha de basket puede hacer casi de todo: “No soy un jugador especialista en nada pero puedo ayudar un poco en todas las facetas del juego, tanto en ataque como en defensa. Siempre trabajo con mucha intensidad e intento ayudar al equipo; creo que lo que más me define es que soy un jugador de equipo”.
De entrada, no quiere fijarse objetivos de cara a la nueva temporada: “pienso que debemos tener cuidado de no marcarnos unas expectativas muy altas, sobre todo teniendo en cuenta lo que pasó la temporada pasada, aunque viendo como estamos trabajando creo que al menos podemos aspirar a mejorar lo del año pasado”, añadiendo luego que “al final todo dependerá de nosotros, por lo que será fundamental empezar bien la temporada para tener buenas sensaciones desde el principio, y si lo logramos pienso que podemos llegar a sorprender en la liga...”.
Por último, también quiso dirigirse a la que será su nueva afición: “Espero que la gente venga a vernos y a apoyarnos, y no solo en función de los resultados, sino que estén con el equipo tanto si vamos bien como si no. Nosotros vamos a dar lo máximo para hacerles disfrutar con nuestra entrega y nuestro juego”.
FOTO: Fran Herrera / UB LA PALMA
FRAN HERRERA
Pavel Ermolinski siempre ha sido un ejemplo de talento precoz sobre una cancha de baloncesto. Debutó en la primera división islandesa con solo 15 años (su padre Alexander era el entrenador del Skallagrimur), y con apenas 17 llegó a nuestro país tras haber pasado por el baloncesto francés. El Unicaja de Málaga se había fijado en él y las buenas expectativas parecían confirmarse cuando en el Campeonato de Europa Sub-18, disputado en el 2005 en Serbia y Montenegro, promedió unos números increíbles defendiendo la camiseta de la modesta selección de Islandia: 17,3 puntos, 11,7 rebotes, 5,4 asistencias y 3,9 robos de balón...
Luego llegaron sus cesiones al Axarquía de LEB Plata, y el pasado año al Ciudad de Huelva de LEB Oro. Finalizada su relación con el conjunto malagueño, el UB La Palma decidió apostar por él y le ofreció un contrato de dos años, confiando en que su explosión definitiva tenga lugar en el conjunto blanquiazul.
Tras el entrenamiento vespertino del martes hablamos con Pavel Ermolinski, cuyo apellido denota su origen ruso (sus padres son moscovitas), si bien el chico nació en la localidad de Sovetrikin, cerca de Reykiavik, la capital islandesa: “Bueno, llevo muchos años ya en España y la adaptación a la cultura española tampoco ha sido muy dificil. Además, en una isla me siento como en casa, aunque aquí hace un poco más de calor que en Islandia...”.
También quisimos conocer sus primeras sensaciones sobre el trabajo realizado en estos primeros días y también sobre sus nuevos compañeros: “Muy bien, estamos trabajando mucho y muy duro, por lo que físicamente ha sido una primera semana muy dura. La gente está muy integrada y con ilusión, por lo que creo que hay una buena dinámica en el equipo para empezar con buen pie la temporada”.
A pesar de que estos primeros días de trabajo no suelen ser del agrado de los jugadores, Pavel es conocedor de la importancia que tendrán luego de cara al desarrollo de la competición: “Los entrenamientos de la pretemporada son fundamentales para formar un equipo, sobre todo cuando hay varios jugadores nuevos que deben integrarse y conocer la estructura del equipo, pero claro, entrenar está bien pero a nosotros lo que nos gusta es jugar, y creo que todos tenemos ya el ‘mono’ de salir a jugar y competir, sentirnos como equipo en la pista...”.
El alero islandés se muestra satisfecho de haber aceptado la propuesta de La Palma, ya que “he venido aquí porque pienso que era una buena oportunidad para mejorar personalmente, y también creo que hay un buen proyecto de baloncesto con un equipo que combina juventud y veteranía, así que espero que me vayan las cosas bien. Habrá que trabajar duro cada día y al final de la temporada ya veremos...”.
Pavel Ermolinski es un jugador que sobresale por su polivalencia, ya que sobre una cancha de basket puede hacer casi de todo: “No soy un jugador especialista en nada pero puedo ayudar un poco en todas las facetas del juego, tanto en ataque como en defensa. Siempre trabajo con mucha intensidad e intento ayudar al equipo; creo que lo que más me define es que soy un jugador de equipo”.
De entrada, no quiere fijarse objetivos de cara a la nueva temporada: “pienso que debemos tener cuidado de no marcarnos unas expectativas muy altas, sobre todo teniendo en cuenta lo que pasó la temporada pasada, aunque viendo como estamos trabajando creo que al menos podemos aspirar a mejorar lo del año pasado”, añadiendo luego que “al final todo dependerá de nosotros, por lo que será fundamental empezar bien la temporada para tener buenas sensaciones desde el principio, y si lo logramos pienso que podemos llegar a sorprender en la liga...”.
Por último, también quiso dirigirse a la que será su nueva afición: “Espero que la gente venga a vernos y a apoyarnos, y no solo en función de los resultados, sino que estén con el equipo tanto si vamos bien como si no. Nosotros vamos a dar lo máximo para hacerles disfrutar con nuestra entrega y nuestro juego”.
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