El "UB" barrió al Tenerife
La Palma jugó como grupo, apoyado en las individualidades de Fran Sánchez y Sebas Arrocha, y controló el encuentro ante un equipo tinerfeño muy individualista y que dice casi adiós al "play-off". Magnífico comportamiento de las dos aficiones, incluida la peña "La 6".
V. MARTÍN, S/C de La Palma
Un palmero de verdad, de raíces "verdes", sueña con tener un equipo como el "UB". Un grupo que se arranque la camiseta por un sentimiento. Bien o mal, no importa, pero que muera por una idea. Por un pueblo que lo ama. El CB Tenerife no lo entiende. Puso en cancha un puñado de jugadores. De individualidades, sin unión, con "guerrillas" separadas, de sálvese quién pueda y, también, sin acierto. La peña "La 6" no merece que manchen su elástica. Ellos la sienten, la miman, aquellos no. Fue un 89-68 para sentir, los tinerfeños, vergüenza. ¿Duro?, ¿Y qué otra cosa merecen?
En el arranque, La Palma se apoyó en Fran Sánchez. No importa que lo marquen de cerca. Se levanta igual. Es como un japonés, que no mira sino sospecha. "Paco", para los "colegas", enchufó un par de triples. Tenerife buscó a Espil. El "3" no se escondió. La tiró. Una, luego otra... no la metía. El "UB" llegó a los 5 minutos con un 11-5. Era el empezar, es cierto, pero las cartas no estaban marcadas. Todo quedó el descubierto.
El Tenerife intentó remontar, buscar la reacción, de forma individual. Te olvidas de los "tanques" y cada uno saca la "pistola". Un poco de Lenzly, otras arrancadas de Évora, el "torrontudo" de Espil... Les pones un muro de frente y no lo rodean. Pierden los dientes en los ladrillos. Como colectivo, un tranque. El "UB" era distinto. Tiene menos talento. Uno a uno, le falta algo de nivel. Como grupo, cuando oscurecen el error del compañero, son como los robles que crecen con la fuerza del viento en contra. Sí, es cierto, Fran Sánchez era la referencia, pero tras mover, buscar, rotar, bloquear... y dársela. Todos la tocaban. Todos caminaban. 22-15.
A la vuelta, hubo suspiros, cositas, de igualdad. La Palma no trabajó bien bajo tablero y Tenerife lo aprovechó para tener más soltura. Aquello duró hasta que Sebas Arrocha tocó en la puerta. ¡Como es la vida! Te vas a USA en busca de un "fenómeno", te gastas una pasta y luego, en una isla que llaman menor, un chico de San Sebastián, del barrio, te zarandea las "narices". El "diablo" dio ese aire fresco que te refresca a 40 grados. Ni Asier García, ni Bandura ni nadie. Tenerife seguía vivo porque había capturado 5 rebotes más que el "UB". Y punto. Lo demás, "milongas".
Llega el descanso y La Palma sigue arriba. 43-39. Por poco, pero va ganando. 2.000 aficionados, menos el maravilloso grupito de "La 6", llaman a sus parientes. "No te lo creerás, le vamos ganando al Tenerife... luego te llamo". Telefónica se hizo rica. ¿Y qué?, lo cuentas, te quedas muy satisfecho y te apresuras para ver el tercer cuarto.
Aquellos diez minutos marcan una vida. Es para grabarlos y mostrárselo a los nietitos. Si eres palmero, claro. Tenerife empezó apoyando su juego en el acierto de Asier, un triple y dos canastas de tiros libres, y en una tímida aparición de Espil. Luego, Virgil pasa la escoba y Sebas sale del balcón para encender la aspiradora. ¿Qué ocurre? Te barren.
A los visitantes la manta se les hizo pequeña. Si se tapaban la cabeza, el frío entraba por los pies. Sí, si optaban por cerrarse para parar a Virgil, Arrocha los "fusilaba" desde fuera. ¿Qué hacer?, pues esperar que fallen. Y no fallaron. Era una canasta detrás de otra. Y, en ese justo momento, quedó al descubierto que Tenerife no trabaja como equipo. Un grupo con orgullo puede perder, pero en ese momento "muerde" el cuello ajeno. Fue una exhibición. Y vale, es cierto, los visitantes tuvieron errores, pero un "baile" tan mayúsculo vino también motivado por el gran juego de La Palma y el apoyo de su afición. Lo fácil es decir lo contrario, tirar toda la culpa al perdedor, pero no es verdad.
El partido se había roto. El "UB" había tomado diferencias que ya eran insalvables. "La 6" lo sabía, pero apoyaba. Aquel grupo sí siente a su equipo. Sabe lo que representa. Pero no juegan. Un 70-54 que "mató" la reacción del Tenerife.
El último cuarto sólo duro 5 minutos. El tiempo necesario, el justo, para arrojar la toalla. La Palma iba lanzado e intentar pararlos, en aquel momento, es como olvidar que los diamantes crecen bajo presión. Sí, es verdad lo que piensa, el CB Tenerife acabó agachando la cabeza y, sólo quedan aquellos gestos de rabia, de orgullo, de Rivero enfrentándose con Edu Sánchez. Al menos, le duele. El "UB" está a las puertas de su sueño, de salvarse, y los visitantes muy lejos de su obligación.
V. MARTÍN, S/C de La Palma
Un palmero de verdad, de raíces "verdes", sueña con tener un equipo como el "UB". Un grupo que se arranque la camiseta por un sentimiento. Bien o mal, no importa, pero que muera por una idea. Por un pueblo que lo ama. El CB Tenerife no lo entiende. Puso en cancha un puñado de jugadores. De individualidades, sin unión, con "guerrillas" separadas, de sálvese quién pueda y, también, sin acierto. La peña "La 6" no merece que manchen su elástica. Ellos la sienten, la miman, aquellos no. Fue un 89-68 para sentir, los tinerfeños, vergüenza. ¿Duro?, ¿Y qué otra cosa merecen?En el arranque, La Palma se apoyó en Fran Sánchez. No importa que lo marquen de cerca. Se levanta igual. Es como un japonés, que no mira sino sospecha. "Paco", para los "colegas", enchufó un par de triples. Tenerife buscó a Espil. El "3" no se escondió. La tiró. Una, luego otra... no la metía. El "UB" llegó a los 5 minutos con un 11-5. Era el empezar, es cierto, pero las cartas no estaban marcadas. Todo quedó el descubierto.
El Tenerife intentó remontar, buscar la reacción, de forma individual. Te olvidas de los "tanques" y cada uno saca la "pistola". Un poco de Lenzly, otras arrancadas de Évora, el "torrontudo" de Espil... Les pones un muro de frente y no lo rodean. Pierden los dientes en los ladrillos. Como colectivo, un tranque. El "UB" era distinto. Tiene menos talento. Uno a uno, le falta algo de nivel. Como grupo, cuando oscurecen el error del compañero, son como los robles que crecen con la fuerza del viento en contra. Sí, es cierto, Fran Sánchez era la referencia, pero tras mover, buscar, rotar, bloquear... y dársela. Todos la tocaban. Todos caminaban. 22-15.
A la vuelta, hubo suspiros, cositas, de igualdad. La Palma no trabajó bien bajo tablero y Tenerife lo aprovechó para tener más soltura. Aquello duró hasta que Sebas Arrocha tocó en la puerta. ¡Como es la vida! Te vas a USA en busca de un "fenómeno", te gastas una pasta y luego, en una isla que llaman menor, un chico de San Sebastián, del barrio, te zarandea las "narices". El "diablo" dio ese aire fresco que te refresca a 40 grados. Ni Asier García, ni Bandura ni nadie. Tenerife seguía vivo porque había capturado 5 rebotes más que el "UB". Y punto. Lo demás, "milongas".
Llega el descanso y La Palma sigue arriba. 43-39. Por poco, pero va ganando. 2.000 aficionados, menos el maravilloso grupito de "La 6", llaman a sus parientes. "No te lo creerás, le vamos ganando al Tenerife... luego te llamo". Telefónica se hizo rica. ¿Y qué?, lo cuentas, te quedas muy satisfecho y te apresuras para ver el tercer cuarto.
Aquellos diez minutos marcan una vida. Es para grabarlos y mostrárselo a los nietitos. Si eres palmero, claro. Tenerife empezó apoyando su juego en el acierto de Asier, un triple y dos canastas de tiros libres, y en una tímida aparición de Espil. Luego, Virgil pasa la escoba y Sebas sale del balcón para encender la aspiradora. ¿Qué ocurre? Te barren.
A los visitantes la manta se les hizo pequeña. Si se tapaban la cabeza, el frío entraba por los pies. Sí, si optaban por cerrarse para parar a Virgil, Arrocha los "fusilaba" desde fuera. ¿Qué hacer?, pues esperar que fallen. Y no fallaron. Era una canasta detrás de otra. Y, en ese justo momento, quedó al descubierto que Tenerife no trabaja como equipo. Un grupo con orgullo puede perder, pero en ese momento "muerde" el cuello ajeno. Fue una exhibición. Y vale, es cierto, los visitantes tuvieron errores, pero un "baile" tan mayúsculo vino también motivado por el gran juego de La Palma y el apoyo de su afición. Lo fácil es decir lo contrario, tirar toda la culpa al perdedor, pero no es verdad.
El partido se había roto. El "UB" había tomado diferencias que ya eran insalvables. "La 6" lo sabía, pero apoyaba. Aquel grupo sí siente a su equipo. Sabe lo que representa. Pero no juegan. Un 70-54 que "mató" la reacción del Tenerife.
El último cuarto sólo duro 5 minutos. El tiempo necesario, el justo, para arrojar la toalla. La Palma iba lanzado e intentar pararlos, en aquel momento, es como olvidar que los diamantes crecen bajo presión. Sí, es verdad lo que piensa, el CB Tenerife acabó agachando la cabeza y, sólo quedan aquellos gestos de rabia, de orgullo, de Rivero enfrentándose con Edu Sánchez. Al menos, le duele. El "UB" está a las puertas de su sueño, de salvarse, y los visitantes muy lejos de su obligación.
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