93-84: Un UB sobrado...
Superó de principio a fin al poderoso CAI Zaragoza y no sólo logra la permanencia sino que puede soñar con los ’play-offs’.
Carlos Negrín / Santa Cruz de La Palma
Juego, set, partido y salvación. La Palma certificó su permanencia en LEB y lo hizo a lo campeón. Sólo los grandes pueden hacer algo igual. Venció al equipo más en forma de la Liga, que llevaba catorce victorias consecutivas, y lo hizo con un juego demoledor, espectacular, brillante. El Cai, un equipazo en toda regla, tuvo momentos en los que fue arrollado por La Palma (77-61, minuto 35).
El partido fue un querer y no poder del CAI ante un equipo local lanzado y que era sabedor de lo que se jugaba. Quería completar como en los últimos encuentros. Contra pronóstico, ganar y con claridad. No valía pensar en los otros encuentros (donde actuaban Melilla, por un lado y Ciudad de Huelva por el otro, ellos sabían que se jugaban y que le podían beneficiar para la salvación a falta de una jornada. Pero no hizo falta, le bastó con centrarse en ganar a un gran CAI que aspira, de forma clara, al ascenso. Los isleños, por su parte, querían la salvación y la lograron.
El acierto inicial de Francis Sánchez, desde el lanzamiento desde 6,25, dio las primeras ventajas a la escuadra palmera. Fue un cuarto jugado a tumba abierta, sin concesiones. Pese a las reclamaciones del técnico visitante que ni se atrevió a pedir tiempo muerto. En el segundo acto el equipo de Sanz Armada amagó con romper (35-25, min. 15), pero Billy Keys metió al conjunto maño en la pomada (43-38 al descanso). La Palma jugó con una gran defensa y una velocidad endiablada, y mantuvo al rival firme. Todo quedaba para la segunda parte. De momento, la escuadra de Rafa Sanz, estaban cumpliendo, pero el temor venía por la condiciones del contrario.
En la reanudación el equipo insular salió decidido a sentenciar el choque, Duane Virgil en plan estelar puso contra las cuerdas a un conjunto visitante que se tambaleaba. Vaya mérito tiene el partido de los locales, los zaragozanos no encontraban la fórmula para derribar la tela de araña diseñada por Sanz, y el ataque era brillante y acertado. Ya, ni la zona de Julbe inquietaba a los palmeros. No se notaba, para nada, la posición clasificatoria de los dos equipos. Mandaban claramente los palmeros.
Los últimos diez minutos fueron intensos, La Palma estuvo cerca de romper el choque, no lo hizo del todo y el CAI se encomendó a las faltas y al juego rápido para intentarlo. No hubo opción, aunque los árbitros tuvieron algunas decisiones extrañas, pero con este equipo ya no puede nadie. La Palma venció, jugó un partidazo ante un equipo lleno de figuras y provocó el delirio de su afición.
Los puntos de calidad del palmero Arrocha, el tiro de Francis Sánchez, la determinación de Barbour, el inmenso trabajo de Virgil, los rebotes de Albert y Roy, la defensa de Kortaberría, la velocidad de Alvarado, la segunda parte de Edu Sánchez, el buen hacer de Floyd. Un cóctel perfecto, que cortó la racha espectacular del CAI Zaragoza. La salvación es un hecho, un logro grandísimo, importante, extraordinario. Habrá LEB un año más en La Palma.
UB La Palma 93
(24+19+24+26) Alfons Albert (6, ***), Edu Sánchez (12, **), Francis Sánchez (12,**), Duane Virgil (22,****), y Ion Kortaberría (3,**) -quinteto inicial-, John Floyd (4,*), Javi Alvarado (0,*), Antwain Barbour (16,**), Sebas Arrocha (14,***) y Roy Kruiswijk (4,*). Entrenador: Rafa Sanz.
CAI Zaragoza 84
(21+17+18+28) Lescano (9, **), Stewart (4,*), Keys (24, ***), Vidaurreta (7, **) y García (9,**) - quinteto inicial- Quintana (2, -), Doblado (0,-), Arteaga (2,-), Angulo (8,*), Fernández (12,**) y Anteló (7,+). Entrenador: Alfred Julbe.
Parciales. 15-16, 24-21, 33-25 y 43-38 (descanso); 56-43, 67-56, 76-61 y 93-84 (final).
Árbitros. Uruñuela y Gillán (*). No pasaron de regular. Perdonó alguna técnica al entrenador visitante y alguna falta intencionada al equipo maño.
Incidencias. Unos dos mil espectadores en el Insular de Miraflores (faltó poquísimo para el lleno). El público despidió a su equipo al final con alegría.
Carlos Negrín / Santa Cruz de La Palma
Juego, set, partido y salvación. La Palma certificó su permanencia en LEB y lo hizo a lo campeón. Sólo los grandes pueden hacer algo igual. Venció al equipo más en forma de la Liga, que llevaba catorce victorias consecutivas, y lo hizo con un juego demoledor, espectacular, brillante. El Cai, un equipazo en toda regla, tuvo momentos en los que fue arrollado por La Palma (77-61, minuto 35). El partido fue un querer y no poder del CAI ante un equipo local lanzado y que era sabedor de lo que se jugaba. Quería completar como en los últimos encuentros. Contra pronóstico, ganar y con claridad. No valía pensar en los otros encuentros (donde actuaban Melilla, por un lado y Ciudad de Huelva por el otro, ellos sabían que se jugaban y que le podían beneficiar para la salvación a falta de una jornada. Pero no hizo falta, le bastó con centrarse en ganar a un gran CAI que aspira, de forma clara, al ascenso. Los isleños, por su parte, querían la salvación y la lograron.
El acierto inicial de Francis Sánchez, desde el lanzamiento desde 6,25, dio las primeras ventajas a la escuadra palmera. Fue un cuarto jugado a tumba abierta, sin concesiones. Pese a las reclamaciones del técnico visitante que ni se atrevió a pedir tiempo muerto. En el segundo acto el equipo de Sanz Armada amagó con romper (35-25, min. 15), pero Billy Keys metió al conjunto maño en la pomada (43-38 al descanso). La Palma jugó con una gran defensa y una velocidad endiablada, y mantuvo al rival firme. Todo quedaba para la segunda parte. De momento, la escuadra de Rafa Sanz, estaban cumpliendo, pero el temor venía por la condiciones del contrario.
En la reanudación el equipo insular salió decidido a sentenciar el choque, Duane Virgil en plan estelar puso contra las cuerdas a un conjunto visitante que se tambaleaba. Vaya mérito tiene el partido de los locales, los zaragozanos no encontraban la fórmula para derribar la tela de araña diseñada por Sanz, y el ataque era brillante y acertado. Ya, ni la zona de Julbe inquietaba a los palmeros. No se notaba, para nada, la posición clasificatoria de los dos equipos. Mandaban claramente los palmeros.
Los últimos diez minutos fueron intensos, La Palma estuvo cerca de romper el choque, no lo hizo del todo y el CAI se encomendó a las faltas y al juego rápido para intentarlo. No hubo opción, aunque los árbitros tuvieron algunas decisiones extrañas, pero con este equipo ya no puede nadie. La Palma venció, jugó un partidazo ante un equipo lleno de figuras y provocó el delirio de su afición.
Los puntos de calidad del palmero Arrocha, el tiro de Francis Sánchez, la determinación de Barbour, el inmenso trabajo de Virgil, los rebotes de Albert y Roy, la defensa de Kortaberría, la velocidad de Alvarado, la segunda parte de Edu Sánchez, el buen hacer de Floyd. Un cóctel perfecto, que cortó la racha espectacular del CAI Zaragoza. La salvación es un hecho, un logro grandísimo, importante, extraordinario. Habrá LEB un año más en La Palma.
UB La Palma 93
(24+19+24+26) Alfons Albert (6, ***), Edu Sánchez (12, **), Francis Sánchez (12,**), Duane Virgil (22,****), y Ion Kortaberría (3,**) -quinteto inicial-, John Floyd (4,*), Javi Alvarado (0,*), Antwain Barbour (16,**), Sebas Arrocha (14,***) y Roy Kruiswijk (4,*). Entrenador: Rafa Sanz.
CAI Zaragoza 84
(21+17+18+28) Lescano (9, **), Stewart (4,*), Keys (24, ***), Vidaurreta (7, **) y García (9,**) - quinteto inicial- Quintana (2, -), Doblado (0,-), Arteaga (2,-), Angulo (8,*), Fernández (12,**) y Anteló (7,+). Entrenador: Alfred Julbe.
Parciales. 15-16, 24-21, 33-25 y 43-38 (descanso); 56-43, 67-56, 76-61 y 93-84 (final).
Árbitros. Uruñuela y Gillán (*). No pasaron de regular. Perdonó alguna técnica al entrenador visitante y alguna falta intencionada al equipo maño.
Incidencias. Unos dos mil espectadores en el Insular de Miraflores (faltó poquísimo para el lleno). El público despidió a su equipo al final con alegría.
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