89-68: Sonrisas y lágrimas.
El UB La Palma demuestra su gran estado de forma y pasa como un tren de mercancías sobre el desacreditado y desaparecido Tenerife Rural.
Norberto Chijeb / Santa Cruz de La Palma
Casta y costo. Ánimo y desánimo. Ambición y desazón. Sonrisas y lágrimas. Lo que ustedes quieran poner para marcar la diferencia abismal que ahora mismo hay entre los dos equipos que defienden el pabellón canario en la LEB. Por mucho que a Rafa Sanz le molestara que la prensa tildara a su equipo de favorito, el algodón no engaña.
Ahora mismo está a años luz del Tenerife Rural. Como el día y la noche, por mucho que la diferencia presupuestaria quiera decir lo contrario.Anoche volvió a demostrarse que el deporte es un estado de ánimo y en eso La Palma le sacó los colores al Tenerife, aunque al final de los dos primeros cuartos la mejor noticia para los visitantes fuera que llegaban al descanso con sólo cuatro puntos abajo (43-39), después de igualar un parcial de 11-2. Fue un primer tiempo electrizante, de esos que no gustan a los entrenadores, demasiado obsesionados en los últimos tiempos por encorsetar el juego de este bello deporte.
Los palmeros salieron a morder desde el salto inicial, utilizando su mejor virtud, el lanzamiento triple, demostrando que son los que más lo utilizan y los que más rédito sacan de él. Primero con la muñeca de Francis Sánchez (3/7) y después con la aparición estelar de Sebas Arrocha (4/4). El Tenerife andaba tocado y no encontraba respuesta desde el exterior (Espil, 0/3 de salida), aunque la rapidez de sus bases, Rivero y Lenzly, y el dominio del rebote, con Évora sobresaliente, les mantuvo en el partido, aprovechando en el tramo final del primer cuarto y todo el segundo la ausencia de Duane Virgil, lastimado tras lograr un espectacular mate con posterior caída incluida.La reaparición del pívot de Trinidad y Tobago en el tercer cuarto terminó por romper las hostilidades, y el equipo de Rafa Sanz encontró el equilibrio perfecto para hurgar aún más en la herida sangrante que no termina de curarse en el Tenerife Rural desde hace un mes, justo desde que pasó el breve efecto Bangura, ayer tan disperso como casi todos sus compañeros.
A la batería de tiradores de que dispone Sanz -incluso ayer se unió Kortaberría- se unió el dominio de Virgil en la zona tinerfeña para terminar de marcar los lindes entre un equipo ganador y una pachanga de supuestos amigos (?). Eloy Doce lo intentaba todo con defensas alternativas, hasta con caja y uno, pero los tinerfeños siguieron haciendo la guerra por su cuenta, como han hecho durante casi toda esta frustrante temporada, sin un bloqueo para descongestionar la férrea defensa de los palmeros, que mostraron una ambición sin límites, sin que por asomo les pesara la responsabilidad y presión de lo que estaba en juego.
En el otro bando, el Tenerife Rural se debatía entre entregar la cuchara -para Juan Méndez, sí lo hizo- o adecentar las estadísticas particulares -en eso Elton Tyler es un especialista-, para terminar cayendo por 21 puntos de diferencia, la mayor derrota de la temporada y la más conspicua victoria palmera, después de que el marcador llegara a situarse incluso con 27 puntos para los locales (87-60) cuando aún restaban tres minutos. Se trata de una victoria que pone a La Palma camino de la salvación, porque ayer perdieron Calpe, Huelva y Plasencia y que sitúa al Tenerife Rural al borde del abismo, por mucho que siga teniendo un triunfo más que su verdugo de anoche y tres partidos para revertir su triste descrédito actual.
UB La Palma 89
(22+21+27+19) 21/39 canastas de dos. 14/29 triples. 5/9 tiros libres. 30 rebotes. 14 personales. Jugaron: Edu Sánchez (3), Kortaberria (5), F. Sánchez (22), Virgil (16), Kruiswijk (4) -quinteto inicial- Arrocha (19), Barbour (4), Alvarado (3), Albert (4) y Floyd (9).
Tenerife Rural 68
(15+24+15+14) 22/41 canastas de dos. 7/23 triples. 3/3 tiros libres. 32 rebotes. 15 personales. Jugaron: Rivero (10), Lenzly (8), Espil (10), Tyler (12), Evora (6) -cinco inicial- Bangura (8), Asier García (14), Martin (0) y Justo (0)
Parciales. 22-15, 43-39 (descanso); 70-54 y 89-68 (final).
Árbitros. Sánchez Ardid y San Cecilio. (**). Elim. Évora (m. 39’).
Incidencias. Lleno, más de dos mil espectadores en el Pabellón de Miraflores. Excelente comportamiento de ambas aficiones.
Norberto Chijeb / Santa Cruz de La Palma
Ahora mismo está a años luz del Tenerife Rural. Como el día y la noche, por mucho que la diferencia presupuestaria quiera decir lo contrario.Anoche volvió a demostrarse que el deporte es un estado de ánimo y en eso La Palma le sacó los colores al Tenerife, aunque al final de los dos primeros cuartos la mejor noticia para los visitantes fuera que llegaban al descanso con sólo cuatro puntos abajo (43-39), después de igualar un parcial de 11-2. Fue un primer tiempo electrizante, de esos que no gustan a los entrenadores, demasiado obsesionados en los últimos tiempos por encorsetar el juego de este bello deporte.
Los palmeros salieron a morder desde el salto inicial, utilizando su mejor virtud, el lanzamiento triple, demostrando que son los que más lo utilizan y los que más rédito sacan de él. Primero con la muñeca de Francis Sánchez (3/7) y después con la aparición estelar de Sebas Arrocha (4/4). El Tenerife andaba tocado y no encontraba respuesta desde el exterior (Espil, 0/3 de salida), aunque la rapidez de sus bases, Rivero y Lenzly, y el dominio del rebote, con Évora sobresaliente, les mantuvo en el partido, aprovechando en el tramo final del primer cuarto y todo el segundo la ausencia de Duane Virgil, lastimado tras lograr un espectacular mate con posterior caída incluida.La reaparición del pívot de Trinidad y Tobago en el tercer cuarto terminó por romper las hostilidades, y el equipo de Rafa Sanz encontró el equilibrio perfecto para hurgar aún más en la herida sangrante que no termina de curarse en el Tenerife Rural desde hace un mes, justo desde que pasó el breve efecto Bangura, ayer tan disperso como casi todos sus compañeros.
A la batería de tiradores de que dispone Sanz -incluso ayer se unió Kortaberría- se unió el dominio de Virgil en la zona tinerfeña para terminar de marcar los lindes entre un equipo ganador y una pachanga de supuestos amigos (?). Eloy Doce lo intentaba todo con defensas alternativas, hasta con caja y uno, pero los tinerfeños siguieron haciendo la guerra por su cuenta, como han hecho durante casi toda esta frustrante temporada, sin un bloqueo para descongestionar la férrea defensa de los palmeros, que mostraron una ambición sin límites, sin que por asomo les pesara la responsabilidad y presión de lo que estaba en juego.
En el otro bando, el Tenerife Rural se debatía entre entregar la cuchara -para Juan Méndez, sí lo hizo- o adecentar las estadísticas particulares -en eso Elton Tyler es un especialista-, para terminar cayendo por 21 puntos de diferencia, la mayor derrota de la temporada y la más conspicua victoria palmera, después de que el marcador llegara a situarse incluso con 27 puntos para los locales (87-60) cuando aún restaban tres minutos. Se trata de una victoria que pone a La Palma camino de la salvación, porque ayer perdieron Calpe, Huelva y Plasencia y que sitúa al Tenerife Rural al borde del abismo, por mucho que siga teniendo un triunfo más que su verdugo de anoche y tres partidos para revertir su triste descrédito actual.
UB La Palma 89
(22+21+27+19) 21/39 canastas de dos. 14/29 triples. 5/9 tiros libres. 30 rebotes. 14 personales. Jugaron: Edu Sánchez (3), Kortaberria (5), F. Sánchez (22), Virgil (16), Kruiswijk (4) -quinteto inicial- Arrocha (19), Barbour (4), Alvarado (3), Albert (4) y Floyd (9).
Tenerife Rural 68
(15+24+15+14) 22/41 canastas de dos. 7/23 triples. 3/3 tiros libres. 32 rebotes. 15 personales. Jugaron: Rivero (10), Lenzly (8), Espil (10), Tyler (12), Evora (6) -cinco inicial- Bangura (8), Asier García (14), Martin (0) y Justo (0)
Parciales. 22-15, 43-39 (descanso); 70-54 y 89-68 (final).
Árbitros. Sánchez Ardid y San Cecilio. (**). Elim. Évora (m. 39’).
Incidencias. Lleno, más de dos mil espectadores en el Pabellón de Miraflores. Excelente comportamiento de ambas aficiones.
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