¡La Palma ya enamora!

El "UB" jugó tres cuartos a un gran nivel, destacando el acierto individual de Sebas Arrocha, y acabó ganando con relativa facilidad, sin sufrir, a un Plasencia muy dependiente de sus americanos. 1.700 personas fueron blanquiazules.

VÍCTOR MARTÍN, La Palma

La Palma tiene en la mente salvarse. Se le metió entre ceja y ceja y ahora mi "niño" ya no hay forma de bajarlo del "burro". Le enseñas una cesta de la compra y busca la palabra LEB en los botes de compota. Le da lo mismo. Ayer le ganó al Plasencia, sin sufrir, con solvencia, con un Sebas Arrocha que ya ni parece pequeño para defender. Un 85-76 que le ofrece un mirador para ver desde lejos el descenso directo.

En el arranque, ellos meten un triple. Defendemos mal y la "enchufan". ¿Y qué? Luego, parcial de 9-0. La Palma jugó al baloncesto de "niños". El mejor, más coherente y diseñado cuando se hace bien. Dentro fuera, arriba abajo y... para el "saco". Ellos juegan para sus dos americanos. Es un diseño arcaico, con defensa zonal, pero es lo que tienen. Si Forrest tarda en aparecer, meten pocos puntos. Monroe es bueno, pero no tanto para poder con aquella defensa que te manda al dentista de la Seguridad Social cada vez que "cortas" la zona. 18-13.

A la vuelta, con Plasencia ya en individual, apareció Sebas Arrocha y Fran Sánchez. ¿No los conoce? Imagine tres pirómanos en un parque nacional con dos botes de gasolina y tres cajas de fósforos. Se pusieron a tirar triples, con marcadores soplándoles el cuello, y casi "queman" al rival. Ellos mejoraron arriba, pero encajaron 27 puntos en 10 minutos. ¡Eh!, y sin mucha pizarra ni reflexiones para crear el mundo. ¡Que va! Dos artilleros, mucho bloqueo y venga puntos. "Si con eso vale para qué le doy vueltas", pensó Rafa Sanz.

La Palma ganaba de 10 puntos en el inicio del tercer cuarto. Son aquellos momentos que (lo reconozco) no se pueden explicar. Claro, uno cobra y habrá que intentarlo. El "UB" se marchó de la cancha. Es como si mentalmente estuviera repasando el "baño" metido al rival y se estuviera partiendo de la risa. Forrest metió todo desde el poste bajo. Se la daban, media vuelta y el "gordito" la metía. Se fueron reduciendo las diferencias. Si no eres del "UB" no lo entiendes. Y si lo eres, sabes que suele pasar, es normal, pero no encuentras la razón. Un 61-58 que hizo pensar en lo mejor.

En los últimos 10 minutos, apareció Sebas y también Rafa Sanz. El técnico jugó durante mucho tiempo con tres pivots para evitar los tiros exteriores de Balmón. El Plasencia se frenó en secó y La Palma lo "arrolló". Arrocha los acabó desquiciando. Pases, entradas, tiros... "afloja mi niño", gritaría Iván Déniz. La Palma acabó ganando fácil. Ya lo dijo Eleanor Roosevelt: "El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños". Y el "UB" cree y mucho.