65-64, se llevó La Palma.
La UB La Palma consigue una victoria con talento y mucho esfuerzo, y abandona el último puesto de la clasificación.
David Sanz / S. C. de La Palma
El UB Palma no es un equipo apto para ciclotímicos. Las bajadas y subidas de moral que ofrece durante un partido serían motivos más que suficientes para que un psicólogo obligara a su paciente que va de la euforia a la depresión en un instante a no pisar Miraflores. El conjunto palmero pasó ayer de una primera parte donde apabulló a los mallorquines con un entonado Francis Sánchez, a un tercer cuarto tosco donde el Palma se puso a sólo dos puntos, para entrar en el último minuto cuatro puntos abajo, que remontaron gracias a un final brillante.
El UB comenzó tímida, ajustando el quinteto inicial, sin Edwards en la pista, que poco a poco se fue metiendo en el partido. El trabajo bajo la canasta de Albert y, sobre todo, el acierto anotador de Francis Sánchez que consiguió tres triples seguidos, pusieron tierra de por medio, llegando a la mayor diferencia de todo el encuentro al final del primer cuarto.
El Aqua Mágica se recompuso tras el descanso aparentemente y recortó distancias hasta ponerse a cinco puntos. Un primera bajada de moral que hacía presagiar que el equipo mallorquín, que atraviesa una importante crisis, iba a utilizar La Palma como trampolín. No obstante, el oficio de los hombres de Sanz contuvo la remontada e incluso recuperaron la ventaja para ponerse a diez puntos, diferencia con la que se fueron al vestuario. En este segundo cuarto entraron en juego Edwards, que apenas intentó tirar pero cumplió en defensa, y el pívot Kruiswijk que intimidó con su físico.
El público de Miraflores en el descanso respiraba tranquilo con una ventaja considerable que demostraba que la victoria de Huelva no había sido un espejismo. No obstante, el partido aún iba a deparar sorpresas y la victoria tuvieron que trabajarla hasta el último segundo. La clave de que el equipo palmero sufriera tanto para ganar está en el tercer cuarto, cargado de errores en el ataque e imprecisiones. Lo peor de todo era que la muñeca de Francis Sánchez parecía negada en esos momentos y el público miraba para ella esperando un milagro. Poco a poco los mallorquines fueron acercándose a La Palma, sobre todo con el trabajo ofensivo de Raymond Tutt y la dirección de Vallmajó, dejando una diferencia con el equipo local en las puertas del último cuarto de sólo dos puntos.
Los nervios se apoderaron de los jugadores y empezaron las imprecisiones que hacían prever lo peor. Y vino, como casi siempre ocurre. Lo que pasa es que los mallorquines no sacaron el rendimiento de una personal intencionada de Edwards y de la falta de puntería en el exterior de la UB, aún así y todo llegaron al último minuto cuatro punto arriba. De nuevo todas las miradas se pusieron en la muñeca de Sánchez, que entonado consiguió un triple desde un extremo de la línea. Quedaban algo más de treinta segundos y la opción fue dejar jugar al Palma hasta que cometió una falta en ataque. Sebas Arrocha tomó el mando de esos últimos once segundos que restaban y condujo el balón hasta debajo del aro para dejar que la mano de Albert depositara la victoria en la cesta.
UB La Palma: 65 (25+15+12+13)
Alfons Albert (4,**), Edu Sánchez (11,**), Duane Virgil (2,*), Sebas Arrocha (10,**), Francis Sánchez (26,***) -quinteto inicial- John Floyd (6,*), Javi Alvarado (0,*), Roy Kruiswijk (6,**) y Steven Edwards (0,*), Kortaberría (*). Entrenador: Rafa Sanz.
Palma Aqua Mágica: 64 (12+18+20+14)
Robert Battle (8,*), Juanma Ruíz (2,*), Xavi Vallmajó (13,**), Shalawn Miller (15,**), Raymond Tutt (17,**) -quinteto inicial- Pep Pacreu (0,-), Stevie Johnson (7,*), Robert Maras (2,*), Pedro Llompart (0,*). Entrenador: Mario Palma.
Parciales. 18-25, 34-39 (descanso), 50-50 y 65-64 (final)
Árbitros. Óscar Bardají y Jesús Marcos Martínez. Bien (**)
Incidencias. Miraflores registró una de las más pobres entradas de la temporada, motivado por celebrarse el miércoles y coincidir con la Liga de Campeones.
David Sanz / S. C. de La Palma
El UB Palma no es un equipo apto para ciclotímicos. Las bajadas y subidas de moral que ofrece durante un partido serían motivos más que suficientes para que un psicólogo obligara a su paciente que va de la euforia a la depresión en un instante a no pisar Miraflores. El conjunto palmero pasó ayer de una primera parte donde apabulló a los mallorquines con un entonado Francis Sánchez, a un tercer cuarto tosco donde el Palma se puso a sólo dos puntos, para entrar en el último minuto cuatro puntos abajo, que remontaron gracias a un final brillante.El UB comenzó tímida, ajustando el quinteto inicial, sin Edwards en la pista, que poco a poco se fue metiendo en el partido. El trabajo bajo la canasta de Albert y, sobre todo, el acierto anotador de Francis Sánchez que consiguió tres triples seguidos, pusieron tierra de por medio, llegando a la mayor diferencia de todo el encuentro al final del primer cuarto.
El Aqua Mágica se recompuso tras el descanso aparentemente y recortó distancias hasta ponerse a cinco puntos. Un primera bajada de moral que hacía presagiar que el equipo mallorquín, que atraviesa una importante crisis, iba a utilizar La Palma como trampolín. No obstante, el oficio de los hombres de Sanz contuvo la remontada e incluso recuperaron la ventaja para ponerse a diez puntos, diferencia con la que se fueron al vestuario. En este segundo cuarto entraron en juego Edwards, que apenas intentó tirar pero cumplió en defensa, y el pívot Kruiswijk que intimidó con su físico.
El público de Miraflores en el descanso respiraba tranquilo con una ventaja considerable que demostraba que la victoria de Huelva no había sido un espejismo. No obstante, el partido aún iba a deparar sorpresas y la victoria tuvieron que trabajarla hasta el último segundo. La clave de que el equipo palmero sufriera tanto para ganar está en el tercer cuarto, cargado de errores en el ataque e imprecisiones. Lo peor de todo era que la muñeca de Francis Sánchez parecía negada en esos momentos y el público miraba para ella esperando un milagro. Poco a poco los mallorquines fueron acercándose a La Palma, sobre todo con el trabajo ofensivo de Raymond Tutt y la dirección de Vallmajó, dejando una diferencia con el equipo local en las puertas del último cuarto de sólo dos puntos.
Los nervios se apoderaron de los jugadores y empezaron las imprecisiones que hacían prever lo peor. Y vino, como casi siempre ocurre. Lo que pasa es que los mallorquines no sacaron el rendimiento de una personal intencionada de Edwards y de la falta de puntería en el exterior de la UB, aún así y todo llegaron al último minuto cuatro punto arriba. De nuevo todas las miradas se pusieron en la muñeca de Sánchez, que entonado consiguió un triple desde un extremo de la línea. Quedaban algo más de treinta segundos y la opción fue dejar jugar al Palma hasta que cometió una falta en ataque. Sebas Arrocha tomó el mando de esos últimos once segundos que restaban y condujo el balón hasta debajo del aro para dejar que la mano de Albert depositara la victoria en la cesta.
UB La Palma: 65 (25+15+12+13)
Alfons Albert (4,**), Edu Sánchez (11,**), Duane Virgil (2,*), Sebas Arrocha (10,**), Francis Sánchez (26,***) -quinteto inicial- John Floyd (6,*), Javi Alvarado (0,*), Roy Kruiswijk (6,**) y Steven Edwards (0,*), Kortaberría (*). Entrenador: Rafa Sanz.
Palma Aqua Mágica: 64 (12+18+20+14)
Robert Battle (8,*), Juanma Ruíz (2,*), Xavi Vallmajó (13,**), Shalawn Miller (15,**), Raymond Tutt (17,**) -quinteto inicial- Pep Pacreu (0,-), Stevie Johnson (7,*), Robert Maras (2,*), Pedro Llompart (0,*). Entrenador: Mario Palma.
Parciales. 18-25, 34-39 (descanso), 50-50 y 65-64 (final)
Árbitros. Óscar Bardají y Jesús Marcos Martínez. Bien (**)
Incidencias. Miraflores registró una de las más pobres entradas de la temporada, motivado por celebrarse el miércoles y coincidir con la Liga de Campeones.
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